- Salida a medios: 29 de marzo de 2023
- Medio por el cual se publico: El espectador Colombia La paz en el plan nacional de desarrollo.
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) presentado por el Gobierno al Congreso es novedoso por diferentes aspectos. Primero, se realizaron los Diálogos Regionales Vinculantes (no exentos de problemas participativos) con la intención de incluir los diagnósticos y las propuestas ciudadanas. Segundo, como lo ha planteado el director del Departamento Nacional de Planeación Jorge Iván González, la propuesta está estructurada desde una lógica intersectorial y transversal, con una vocación descentralizada y con planes y programas de largo plazo que atiendan las problemáticas estructurales.
A diferencia de otros planes de desarrollo, este no cuenta con capítulos sectoriales, sino que se organiza a partir de cinco transformaciones (ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, Derecho humano a la alimentación, transformación productiva, internacionalización y acción climática y convergencia regional) y 3 ejes transversales (Paz Total, actores diferenciales para el cambio y estabilidad macroeconómica).
La Paz Total resalta como eje estratégico de la acción gubernamental, entendida como la apuesta para que “el centro de todas las decisiones de política pública sea la vida digna” (art. 4), apuntando a la protección de los ecosistemas y la vida humana. Tiene el objetivo de transformar los territorios superando las brechas políticas, sociales, culturales y económicas y poner fin a las violencias armadas, incluyendo la implementación del Acuerdo Final de Paz.
Como aspectos positivos, el PND incluye el reconocimiento del vínculo entre las desigualdades y la violencia sociopolítica, la afectación diferencial del conflicto armado y la importancia del diálogo social. En el caso del Acuerdo, se reconoce el quiebre de la integralidad por parte del gobierno Duque y su afectación en el cumplimiento de las metas establecidas por el Plan Marco de Implementación (PMI), y es explícita la adopción de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad. El PND apunta a avanzar en el compromiso del Estado colombiano de garantizar la paz como derecho, a través del silenciamiento de los fusiles y especialmente por medio del cumplimiento de todos y cada uno de los derechos para el buen vivir.
Sin embargo, es importante alertar sobre los problemas que contiene el Plan, para recuperar lo perdido desde la firma del Acuerdo y para cumplir las expectativas de la ciudadanía. Por ejemplo, el Partido Comunes ya había advertido las consecuencias negativas de no darle la centralidad necesaria al Acuerdo tanto en el PND como en la política de Paz Total.
El ejercicio de seguimiento al PND que ha realizado la Alianza Democracia en Riesgo, conformada por 16 organizaciones de la sociedad civil, llama la atención sobre algunos aspectos como:
- Aunque se pretende la conexión entre Paz Total y Acuerdo Final, este último queda disperso y, en algunos casos, separado de la política, a la vez que se detectan vacíos frente a la articulación institucional. Esto supone un alto riesgo de ruptura de la integralidad del Acuerdo, tal como ocurrió en el gobierno del presidente Duque.
- No es clara la ruta de articulación y armonización institucional para la implementación de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad. Otorgar la responsabilidad de tal tarea al Departamento Administrativo para la Presidencia, que no tiene la capacidad de gestión necesaria puede ser un riesgo de incumplimiento. Es necesario que esta responsabilidad esté en manos de entidades, además de idóneas, con la suficiente capacidad administrativa y de ejecución.
- Si bien se abre la posibilidad a la modificación concertada de los acuerdos de sustitución ya firmados, es urgente la revisión y actualización participativa de los Planes de Acción para la Transformación Regional (PATR) que, como diversos análisis han demostrado, fueron transformados e implementados unilateralmente por el gobierno Duque. También es necesario que dicha modificación se armonice con la estrategia territorial del Plan.
- Aunque se modifica el mecanismo de competencias por criterios para acceder a los recursos del OCAD Paz, se mantiene una lógica centralista y de competencia entre los proyectos que valdría la pena revisar y modificar para el cumplimiento de los propósitos y la atención de las necesidades regionales.
Cabe resaltar otras recomendaciones de organizaciones como Artemisas orientadas a la reactivación de la Alta Instancia de Género del Decreto 1418 de 2018 y la transversalización del enfoque de género en todas las acciones relativas a la Paz Total. Por su parte, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado – MOVICE ha insistido en la inclusión de la política pública de memoria y verdad mandatada por la Comisión de la Verdad. También cabe atender las voces que han alertado sobre las limitaciones en términos de capacidades, funciones y autonomía de la recién creada Unidad para la Implementación del Acuerdo Final de Paz, diluida a lo largo del PND.
En conjunto, estas recomendaciones apuntan al mejoramiento de la Paz Total como objetivo de gobierno, a la articulación armónica entre Paz Total y Acuerdo de Paz y el avance en la construcción de paz sobre la base del pluralismo y la convivencia democrática. De persistir los problemas, el país se verá envuelto en frustraciones que se pagan con la vida y tranquilidad de las comunidades, organizaciones y firmantes de paz. La amenaza de desplazamiento forzado a las familias en proceso de reincorporación del ETCR de Mesetas, Meta, es solo un ejemplo de la urgencia humanitaria de insistir en la Paz democrática y diversa, con justicia social.
Foto tomada de Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano con fines ilustrativos, no lucrativo